viernes, 25 de diciembre de 2015

"Drácula": temas (3)


La nueva mujer

   La entrada de la nueva mujer, feminista y sexualmente independiente en la sociedad victoriana indica el cambio de roles de las mujeres, y el tema está presente a lo largo de Drácula. Karen Volland Waters escribe: “La independencia sexual de la nueva mujer la hizo particularmente problemática para el orden patriarcal”. Muchos periódicos de la época parodiaron esta nueva posición. Elaine Showalter señala que “apenas un ejemplar de Punch apareció sin una caricatura o una parodia a la nueva mujer”. Cuando se refiere directamente a Drácula de Stoker también la describe [a la nueva mujer], en palabras de Mina: “Creo que [con Lucy] hubiéramos sorprendido a la ‘nueva mujer’ con nuestros apetitos” y “Algunas de las ‘nuevas mujeres’ escritoras algún día tendrán una idea que los hombres y las mujeres deben verse dormidos antes de proponer o aceptar. Pero supongo que la nueva mujer no se dignaría a aceptar en el futuro; ella será la que haga la propuesta”. Creo que estas declaraciones reflejan las acepciones de aquel entonces más que la oposición de Stoker a la nueva mujer.
   Sin embargo, dado que no aparece la nueva mujer en Drácula, Stoker difícilmente puede ser considerado un partidario del movimiento. Aunque Mina está sin duda más cerca de su frívola amiga Lucy de ser una nueva mujer, aquella no es una doctora, profesora o periodista, sino una “maestra asistente”, una ocupación aceptada para las mujeres de la época. Además, mientras que ella es claramente inteligente (no sólo aprende sino enseña las nuevas tecnologías de taquigrafía y mecanografía), afirma al principio de la novela que su intención es que “Cuando nos casemos, me prepararé para ser útil a Jonathan”. Mina no sólo es descrita como “de rostro dulce”, “delicada” y una “perla entre las mujeres”, sino que Van Helsing comenta a Jonathan que “Ella es una de las mujeres de Dios, formada por sus propias manos para que muestren a hombres y mujeres que hay un cielo donde podemos entrar, y que su luz puede ser vista aquí en la tierra. Tan pura, tan dulce, tan noble, tan poco egoísta, y, déjenme decirle, es bastante en esta época tan escéptica y egoísta”. Este es otro recordatorio de Stoker al lector de que Mina pertenece a la categoría del “ángel” opuesto al “diablo”, el término que su esposo Jonathan asigna a las tres seductoras vampiras y a la Lucy posmordedura. El lector se hace más consciente de la dicotomía Eva/María a lo largo de la novela. Elizabeth Lee afirma en Teorías victorianas de sexo y sexualidad que “las mujeres eran retratadas ya sea como frías o insaciables. Una joven sólo valía tanto por su castidad como por su apariencia de inocencia; las mujeres eran bombas de tiempo a la espera de ser detonadas. Una vez que tomaban el mal camino, era mujer caída, y nada podía remediarlo hasta que morían”.

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