viernes, 13 de noviembre de 2015

Sobre "La rubia de ojos negros", de Benjamin Black. Opinión de un componente del club de lectura


LA RUBIA DE OJOS NEGROS,  DE BENJAMIN BLACK

            Como el mismo autor reconoce, ha sido una aventura arriesgada volver a dar vida a un detective ya creado, dotado de vida propia y con plena autonomía. Un detective diseñado por el que ha sido un  gran escritor de obra negra, Raymond Chandler. El detective, Philip Marlowe, un ser al que entre otros rasgos de su personalidad se le atribuyó el disfrutar de su soledad, pues fue concebido como un ser solitario:

    “No te das cuenta de lo pequeño que es el espacio donde vives hasta que otra persona entra en él”.
    “Marlowe le replica con aspereza a la chica. Una vida solitaria te resulta inimaginable. Eres como uno de esos grandes y elegantes cruceros rebosantes de marinos, camareros, ingenieros, tipos con uniformes recién planchados y cordoncillos en la gorra. Requieres todo ese personal, sin mencionar a la gente guapa vestida de blanco que se entretiene jugando en la cubierta. Pero si te fijas bien, hay un pequeño esquife con una bandera negra que se dirige hacia el horizonte. Eses soy yo. Y me siento feliz allí, solo.”

            En mi opinión, el resultado de lo que podría haber sido un suicidio literario ha sido todo un éxito. Benjamin Black ha superado el difícil reto de conformar otra parte de la vida del detective Philip Marlowe. Ha dado una forma sublime y contenido entretenido a una obra que incluso podríamos decir que ha sido una continuación de otra novela de Chandler. Concretamente, como si fuese la segunda parte de El largo adiós
            La obra es de un lenguaje y estructuras gramaticales fáciles. Si bien un lenguaje lleno de comparaciones agudas, en el que abundan descripciones de  personajes y situaciones (descripciones que en mi opinión son oportunas y muy gráficas). Descripciones que no se hacen interminables y agobiantes, sino que contribuyen a adornar y dar sabor a la novela. Nos ayudan a efectuar una representación mental de lo que constituye el objeto de la descripción.

    “Aquella sonrisa... Era como los rescoldos de un fuego que ella hubiera prendido hacía mucho tiempo y luego dejado arder hasta consumirse. Tenía un hermoso labio superior, prominente como el de un bebé, tierno y un poco inflamado como si acabara de besar largamente otros labios y no precisamente de bebés”
    “Una casa vacía posee un modo especial de absorber los sonidos, igual que el cauce seco de un riachuelo se traga el agua”.
    “Me di la vuelta. Era un hombre mayor vestido con un peto vaquero desteñido y una camisa sin cuello. Su cabeza parecía un cacahuete, con un cráneo alargado y una gran barbilla separados por las mejillas hundidas. La boca desdentada colgaba entreabierta y las puntas de la barba plateada de siete días que cubrían su mandíbula brillaban al sol. Recordaba a un Gabby Hayes que hubiera envejecido mal. Tenía un ojo cerrado y con el otro me miraba desde el pie de las escaleras mientras movía lenta e incesantemente la mandíbula de un lado a otro, como una vaca rumiando.”

            Otro aspecto a destacar es la técnica utilizada por el autor para mantener la expectación, el interés sobre la trama de la novela, que, como se ve, está carente de toda acción. No por ello deja de entretener. Cuando el capítulo se puede hacer aburrido, siempre logra introducir un elemento que vuelve a despertarnos, para terminar el capítulo con el suspense que nos obliga a empezar el capítulo siguiente.
            Aun cuando la crítica social no hace acto de presencia con insistencia en la novela, como sí la encontramos en El largo adiós, sí merece destacar el siguiente párrafo, contenedor de la injusta situación que produce el poder del dinero. 

   “...Los años que iba a tener que pasar en San Quintín, a menos que su madre contratara a un abogado tenaz y lo bastante listo como para encontrar un resquicio legal que hubiera pasado inadvertido al resto del mundo y por el que pudiera librar a Everett  de la cárcel. No sería la primera vez que el hijo de una familia rica salía impune de un caso de asesinato.”


            En general, este libro puede ser recomendado para un momento de entretenimiento y disfrutar de una novela bien escrita.

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